jueves, 3 de noviembre de 2011

sueña


sueña,
sueña conmigo
no desesperes, que no me voy
cierra los ojos y siente mi abrigo
yo soy más que un amigo
y te doy lo que soy

tomas mis manos y aférrate fuerte
por favor no me sueltes
que tu sueño es mi paz
y si algún día esta hora.. ves que no estoy contigo
no pienses que me he ido
que a tu lado estoy.


lunes, 13 de junio de 2011

groundhog day


usualmente nos preguntan -o nos preguntamos- cuál fue el día más feliz de nuestra vida y aunque algunos pueden responder con exactitud o señalar con seguridad una fecha específica en su calendario, yo jamás he podido marcar un día o un acontecimiento en particular que me haya hecho sentir que ése fue el día más feliz. no sólo porque me sería muy difícil escoger uno entre los más de 14,900 días que he vivido aproximadamente, sino porque creo que la felicidad no está referida a un solo momento, sino que la conforman un conjunto de momentos aislados. y mientras esos "momentos aislados" sean más frecuentes y estén más continuos ó pegados -como uno les quiera decir- la sensación de que somos felices será mucho más real. ¿se entendió? espero que sí.

por eso, no podría decir cuál fue el día más feliz de mi vida, pero sí tengo el recuerdo de que esos momentos aislados, en una época parecían rozarse cada cinco minutos.

fueron días en que despertaba a diario bajo un cielo hermoso, el cielo más celeste que había visto. tomar desayuno era una experiencia maravillosa, no sólo porque la comida era exquisita y era preparada por las manos más amables, sino porque la compañía en esas mesas siempre fue la mejor. el clima era sofocante, pero había algo ó alguien que lo hacía entrañablemente soportable. disfrutaba divertido desde mi ventana, cómo las tormentas eléctricas activaban el "sunroof" de los autos para abrirlos e inundarlos con esa agua tibia que viajaba desde del caribe. me enseñaron la belleza del árbol de cereza (cherry blossom) y prometí que tendría varios en mi jardín el día que construyera mi propia casa. también probé batidos con sabores de frutas que no conocía. aprendí que se duerme mejor en posición "zero gravity" -o ground zero, como erróneamente le llamaba yo - y me enseñaron a dormir con una almohada bajo las piernas para no amanecer con dolor de espalda, lo cual sigo haciendo hasta hoy. en esos días -durante el día- sentía que tenía tanta suerte que podía ganarme la lotería aún sin jugarla y por las noches.. por las noches jugaba a ser batman durante horas -junto a mi adorada copiloto- hasta sentir que el sueño nos ganaba la batalla y llevaba flotando a una cama cuyo aroma aún puedo sentir, incluso en esta habitación. esas noches dormía con una sonrisa porque sabía que al día siguiente despertaría para vivir lo mismo, una y otra vez.